ILSA, LA LOBA DE LA SS


Ilsa, She Wolf of the SS

Estados Unidos, República Federal de Alemania, 1974. 96 min. C

Director: DON EDMONDS. Guión: Jonah Royston, John C.W. Saxton. Música: Horst Wessel. Fotografía: Glenn Roland. Intérpretes: Dyanne Thorne, Gregory Knoph, Tony Mumolo, Maria Marx, Nicolle Riddell, Jo Jo Deville, Sandy Richman, George ‘Buck’ Flower, Rodina Keeler, Uschi Digard.


ILSA: «Cuando un prisionero se acuesta conmigo ya nunca más vuelve a acostarse con una mujer. Si vive, sólo recordará el dolor del puñal»

AMANTE: «¿El puñal?»

ILSA: «¡Castradlo!»


Celebrada primera aparición de la estadounidense Dyanne Thorne (1936-2020) como la dominatrix Ilsa. Con casi 40  años, con un cuerpo que dejaba en evidencia a mujeres mucho más jóvenes que ella, esta rubia de turgentes senos que había sido modelo pin-up y trabajado en el teatro de variedades aceptó interpretar a Ilsa. El papel fue asignado inicialmente a la también explosiva Phyllis Davis (actriz en Sweet Sugar, de Michel Levesque, y en El Valle de los Placeres, de Russ Meyer), pero ésta lo rechazó por negarse a hacer una escena de lluvia dorada con un general nazi. Con Miss Thorne (en su momento conocida con el apelativo de la «Bela Lugosi femenina») encarnando a Ilsa empezó un culto ferviente que ha llegado hasta hoy día.


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Por pura truculencia exacerbada y, sobre todo, gracias a Dyanne Thorne como la hipersexuada fascista (bien secundada por Uschi Digard, la estrella de Supervixens), Ilsa, la Loba de la SS se convirtió en una cinta fetiche en el mundo más abyecto del underground, aquél habitado por ese grupo de producciones irrespetuosas de los códigos morales sobre lo que debe o no debe ser visto. Enmarcada dentro del nazisploitation o sadiconazista, subgénero que dio su pistoletazo de salida en 1969 con Love Camp 7, la película de Don Edmonds es, probablemente, su cinta culminante. El filme pertenece a la variante llamada WIP (Women in Prison), donde se enseñaba sin pudor comportamientos violentos y sexuales, con especial predisposición hacia la dominación y el castigo.

Ilsa, la Loba de la SS fue producida en Estados Unidos y rodada en un set de estudio en Alemania en nueve días y con limitado presupuesto, pese a lo cual parece tener un aire de gran producción comparado con otros filmes del género, haciendo gala de unos decorados, vestuario, efectos especiales e interpretaciones convincentes. El californiano Don Edmons se inspiraría libremente en la figura real de la muy sádica y lasciva Ilse Koch, mujer del director de un stalag del III Reich, Karl Otto Koch. Llamada «la perra de Buchenwald», entre otros apodos, Ilse llevó a cabo experimentos médicos atroces y quiso demostrar que las mujeres son capaces de tolerar mejor el dolor que los hombres y, por tanto, deben servir en combate.


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La película es una mezcla delirante y vertiginosa de acción, tragedia, erotismo bondage y fetichismo nazi (el telón de fondo incluye decenas de esvásticas y cuadros del Führer) que exhibe todo un catálogo de atrocidades bizarras, con guardianas uniformadas y prisioneras semidesnudas, entre las que tienen cabida violaciones, torturas, sometimientos, descargas eléctricas y otras delicias similares. Ya al comienzo del filme vemos a Ilsa teniendo relaciones sexuales con un prisionero y seguidamente presidiendo su castración, el castigo frecuente para aquellos que no la satisfacen. «Ése fue el actor más dulce del mundo que castraron», dijo la D. Thorne.

A pesar del escándalo que provocó su aparición el cual lo llevaría directa e inesperadamente al éxito, Ilsa, la Loba de la SS, posiblemente por sus mismos excesos, logra tomar distancia con su contexto y convertirse casi en una parodia de sí misma. Prohibida en Alemania y distribuida de forma casi clandestina en otros países, fue objeto de numerosos plagios y de tres continuaciones, también con Dyanne Thorne en el papel de Ilsa: Ilsa, la Hiena del Harén (Don Edmonds, 1976), Ilsa, la Tigresa de Siberia (Jean LaFleur, 1977) y la no oficial Ilsa (Jesús Franco, 1977).