APOCALYPSE NOW


Apocalypse Now

Estados Unidos, 1979. 153 min. C

Director: FRANCIS FORD COPPOLA. Guión: John Milius, Francis Ford Coppola (Novela: Joseph Conrad). Música: Carmine Coppola, Francis Ford Coppola. Fotografía: Vittorio Storaro. Intérpretes: Martin Sheen, Marlon Brando, Robert Duvall, Frederic Forrest, Laurence Fishburne, Sam Bottoms, Albert Hall, Dennis Hopper, G.D. Spradlin, Christian Marquand, Harrison Ford, Aurore Clément, Cynthia Wood, Colleen Camp, Damien Leake, Herb Rice, James Keane, Scott Glenn.


«Esto no es una película sobre Vietnam, es Vietnam»

(Francis F. Coppola)


6 años de trabajo, 16 meses de rodaje en la jungla camboyana y filipina, 3 años de montaje, 600.000 metros de película, 200 horas de material filmado, 12 millones de dólares de presupuesto ampliados a más de 30 y 45 kilos perdidos por el director durante el rodaje. Todo aderezado con un tifón que destruyó la mayoría de los decorados, la gran humedad, los mosquitos, la malaria, el consumo de drogas (especialmente por parte de Dennis Hopper, el Fotógrafo de Prensa) y el grave ataque al corazón que sufrió Martin Sheen, que había sustituido en su papel a Harvey Keitel, quien filmó algunas escenas, pero fue despedido por Coppola por no estar a la altura. En palabras de Coppola: «Llegamos demasiado tarde en nuestra exploración de las atrocidades ocurridas en Vietnam. En el corazón de la jungla, rodeados de técnicos, equipo y dinero, nos volvimos locos y, sin embargo, la película continuó realizándose a pesar de nosotros, incluso sin nosotros».

Pocas veces lo vivido y lo narrado se darían la mano con tal intensidad como en Apocalypse Now, probablemente el retrato más brillante y salvaje de la pesadilla de Vietnam. La crónica de su desquiciado y polémico rodaje se convirtió en un documental, Hearts of Darkness: A Filmmaker’s Apocalypse (1991), que realizó Eleanor Coppola, esposa de Francis F. Coppola. Éste, a quien cedió la silla de director George Lucas, presentó el montaje provisional de la película en el Festival de Cannes de 1979, donde la película se hizo merecedora de la Palma de Oro. En 2001 se estrenó el montaje definitivo en versión director’s cut, Apocalypse Now Redux, con 49 minutos añadidos.


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Apocalypse Now se sustenta en el extraordinario guión de John Milius, libremente inspirado en la novela «El Corazón de las Tinieblas», de Joseph Conrad, y los poemas «La Tierra Baldía», de T. S. Eliot, y «La Odisea», de Homero. Lejos de ser una película antibelicista, Apocalypse Now «glorifica» el conflicto a través de sus violentas secuencias. El mismo Coppola matizó que para ostentar dicha consideración debería ser un filme «lleno de amor, paz, tranquilidad y felicidad; no tendría que tener imágenes violentas», recordando que su cinta incluye, por ejemplo, «escenas de helicópteros atacando a gente inocente». En apariencia una aventura de acción enmarcada en la Guerra de Vietnam, Apocalypse Now narra el viaje en lancha del capitán de MACV-SOG Benjamin L. Willard (Martin Sheen) y su tripulación remontando el río Mekong con la misión secreta de «eliminar con el máximo perjuicio» (asesinar) al enloquecido coronel Walter E. Kurtz, un renegado ex boina verde convertido en un dios indómito en algún lugar de la jungla (encarnado por Marlon Brando, la personificación de Vietnam, turbador en su breve pero antológica aparición).

Pese a ello, paulatinamente el relato adquiere una dimensión metafísica y una complicada simbología, volviéndose tanto los escenarios como la acción menos realistas. La travesía por la selva vietnamita y camboyana, finalmente de autodescubrimiento para el capitán Willard, avanza lenta pero inexorablemente hacia las profundidades sombrías de la locura humana, albergando en su seno una especie de catarsis redentora: «Yo quería una misión… y por mis pecados me dieron una», dice el frágil Willard, que poco a poco se convierte en un hombre similar a aquel al que tiene que matar. Apocalypse Now, descrita por su autor como «una experiencia de componentes existenciales y filosóficos», trasciende el género bélico para erigirse, definitivamente, en una obra abstracta sobre el horror, abordando temas como la crueldad, la obsesión humana y la extraña naturaleza de la guerra de Vietnam.


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Provista de una insuperable atmósfera que recuerda a Aguirre, la Cólera de Dios (1972), de Werner Herzog, por la sensación de alucinación y amenaza invisible que transmite, Apocalypse Now se zambulle en las entrañas del caos moral que provoca la guerra: «el horror», como susurra el escalofriante Kurtz hacia el final. La película, monumental en todos los aspectos, fue galardonada con dos Premios Oscar a la Mejor Fotografía y al Mejor Sonido. Otros elementos destacados son el elenco actoral, la dirección artística y una puesta en escena inflamable y de todo punto operística. En ese sentido, Vittorio Storaro, obsesionado por la iluminación del ocaso y los tonos anaranjados, compuso una de las direcciones de fotografía más recordadas del cine, concibiendo un sinfín de estilizadas y perturbadoras imágenes similares a un sueño distorsionado y apocalíptico. Y es que Apocalypse Now está llena de momentos memorables, como la secuencia inicial que comienza con un plano general de unas palmeras mientras suenan los primeros acordes de la canción «The End» de The Doors, o la de los helicópteros americanos volando al son de «La cabalgata de las Valkirias» de Wagner mientras atacan el pueblo vietnamina.

El affaire Marlon Brando y su casi inexistente profesionalidad fueron otros de los culebrones que envolvieron Apocalypse Now. El actor, después de recibir un adelanto de un millón de dólares por interpretar al coronel Walter E. Kurtz, amenazó con abandonar el proyecto y quedarse con el dinero. Finalmente aceptó participar en la película, aunque llegó tarde al rodaje, borracho, con cuarenta kilos de sobrepeso y admitiendo que no había leído el guión. Tras días de disputas acerca de la naturaleza de su personaje, Francis F. Coppola no tuvo otro remedio que aceptar que su interpretación fuera principalmente improvisada y siempre entre sombras, disimulando así el voluminoso cuerpo de Brando, que tardaría en aparecer en pantalla más de dos horas.



«Me gusta la peste del napalm por la mañana; hace olor a victoria”

(Teniente-coronel Kilgore)