EXTRAÑO VIAJE, EL
El Extraño Viaje
España, 1964. 98 min. B/N
Director: FERNANDO FERNÁN GÓMEZ. Guión: Manuel Ruiz Castillo, Pedro Beltrán (Argumento: Luis García Berlanga). Música: Cristóbal Halffter. Fotografía: José F. Aguayo. Intérpretes: Carlos Larrañaga, Tota Alba, Lina Canalejas, Jesús Franco, Rafaela Aparicio, Sara Lezana, María Luisa Ponte, Teresa Gisbert.
«Un acontecimiento esperpéntico como el conocido crimen de Mazarrón estaba destinado a algo más que a hacer correr ríos de tinta, suposiciones y rumorología
de todas las especies: era un buen caldo de cultivo para llevar a cabo un tratamiento cinematográfico»
(Francisco Javier G. Tarín)
Película maldita realizada en 1964 que no llegó a estrenarse de inicio debido a que ninguna distribuidora pensó que valía la pena. Proyectada por primera vez cinco años después, actualmente está considerada una de las cintas más creativas del cine español y una de las piezas centrales de la filmografía del polifacético Fernando Fernán Gómez. El guión, escrito por Manuel Ruiz Castillo y Pedro Beltrán a partir de una idea de Luis García Berlanga, se inspira en un extraño suceso publicado en el periódico «El Caso» que conmocionó a la sociedad española: en enero de 1956, un pescador encontró en la playa murciana de Nares, en Mazarrón, los cadáveres de dos hermanos envenenados junto a tres copas vacías y una especie de pícnic. Había una tercera hermana de la que no se halló ningún rastro. El misterio no se aclaró nunca. Como decía el periodista Bernardo Sánchez: «Un crimen no resuelto es un crimen perfecto. Para escritores y guionistas, me refiero».
El Extraño Viaje transcurre en un pequeño pueblo rural de provincias, cercano a Madrid, donde vive la familia Vidal, compuesta por tres hermanos alienados: la dominante, severa, amargada y enlutada Ignacia (Tota Alba) y los estrafalarios, ingenuos, tímidos y de naturaleza miedosa Paquita (Rafaela Aparicio) y Venancio (Jesús Franco). Los tres ansían marcharse al extranjero, espacio que identifican con la libertad y el desarrollo personal de sus vidas, lejos del control social que ejerce el pueblo y de la sombra de «el que dirán». En el pueblo, la monótona y lánguida cotidianidad sólo se rompe los fines de semana con la actuación de la orquesta Los Guacamayos (el comienzo del filme con el baile en el Casino no tiene desperdicio).
A partir de una historia de tensiones libidinosas y asesinatos fortuitos, Fernán Gómez articula uno de los retratos más ácidos de aquella supuesta moderna sociedad española del aperturismo, tras cuya fachada, en realidad, no esconde más que mezquindad y los mismos celos de siempre. En ese sentido, la represión, sobre todo la sexual, juega un papel importante en la película, estando latente a lo largo de todo el metraje y siendo una característica común a todos los personajes (la novia que no deja besar a su pareja, los abuelos que espían a la chica que se desviste, la bella Angelines que en vez de recibir piropos recibe burradas).
Verdadera rara avis del cine patrio, El Extraño Viaje rezuma genio por los cuatro costados y sigue fascinando por lo arriesgado de su propuesta. A medio camino entre el sainete costumbrista y la negrura del esperpento, lo extraordinario de la película reside en la insólita mezcla de géneros que presenta, bordeando el melodrama descarnado, el surrealismo castizo y el relato gótico de suspense. A pesar de la aparente ligereza cómica con que traza las situaciones angustiosas, la mirada reflexiva del director se torna progresivamente mordaz y crítica con la España franquista de su tiempo, incapaz de tomar conciencia de su hipocresía y roñosa moral.
Fernando Fernán Gómez dirige con mano maestra y endiablado pulso narrativo, conjugando con tino hechuras propias del Neorrealismo, más al principio de la película, y otras que remiten al cine de terror, más hacia el final. La magnífica fotografía en blanco y negro de José F. Aguayo, colaborador de Luis Buñuel en Viridiana y Tristana, plasma con decoro los ambientes nocturnos y lúgubres, tan propios del cine negro clásico americano. Por su parte, el plantel de actores, especialmente Jesús Franco (en su mejor papel como actor) y la oronda Rafaela Aparicio –dos freaks hispanos por antonomasia–, hace un trabajo brillante y digno de ser visto.
«Deja la lujuria un mes, y ella te dejará tres»