KILLER (EL ASESINO), THE


Dip Huet Seung Hun

Hong Kong, 1989. 111 min. C

Dirección: JOHN WOO. Guión: John Woo. Música: Lowell Lowe. Fotografía: Wong Wing-Hang. Intérpretes: Chow Yun-Fat, Danny Lee, Sally Yeh, Chu Kong, Kenneth Tsang, Shing Fui-On, Wing-Cho Yip, Fan Wei Yee, Barry Wong, Parkman Wong.


«Las palomas son bellísimas, como las mujeres. Para mí representan la paz, el amor y la pureza»

John Woo


The Killer es la verdadera cumbre ética y estética del chino John Woo (Cantón, 1946). Protegido por el famoso director de cine de artes marciales Chang Cheh, Woo se inició en la industria cinematográfica colaborando para la mítica Shaw Brothers. Más tarde, hacia mediados de la década de los ochenta, revolucionaría el concepto de acción que entonces se tenía en Hong Kong.

Con la exitosa A Better Tomorrow (1986) el cineasta germinó un nuevo estilo denominado Heroic Bloodshed («derramamiento de sangre heroico»), el cual alude a violentos thrillers de policías y gángsters repletos de carga dramática y con el honor y la camaradería como seña temática más reconocible. Tras realizar películas como The Killer (1989), Una Bala en la Cabeza (1990) y Hard Boiled (1992), John Woo se perdió en el encorsetamiento del filón hollywoodense, ya sin la libertad artística y creativa que le había acompañado hasta ese momento.


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The Killer es un melodrama de acción sobre un asesino a sueldo solitario e implacable, pero emocional y con principios (Chow Yun-Fat). Torturado por sus remordimientos, intenta ganar dinero matando para pagar la operación de córnea que necesita una cantante (Sally Yeh), accidentalmente ciega debido a la deflagración del arma de fuego en uno de sus asesinatos. Mientras, un duro y desencantado policía (Danny Lee) aprende a respetar al asesino para poder seguir sus pasos y, finalmente, verse las caras en un duelo final contra las tríadas de Hong Kong.

Producida por Tsui Hark y protagonizada por el entonces desconocido Chow Yun-Fat –actor fetiche del director–, The Killer entremezcla amistad masculina, honor, lealtad y redención. Woo está interesado en mostrar el pathos humano y la lucha por alcanzar valores éticos en una sociedad corrupta y cruel. El filme respira aires del polar francés (Woo cita El Silencio de un Hombre de Melville) y del cine negro americano, aderezado con un tratamiento de la violencia tipo Peckinpah y hasta con toques de revista pulpThe Killer impone definitivamente el universo trágico y melancólico de su autor, carácter que parece perseguir inexorablemente a sus personajes.


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El logro del cine del John Woo más puro ha sido combinar el imponente dramatismo y tensión emocional que destilan sus imágenes con la extrema violencia y sentido coreográfico que rebosa la acción: balística, frenética, casi orgiástica. Descrita The Killer por su director como un “poema romántico”, está afectada de colores azulones con fondos marinos y posee un lirismo visual y un empleo de la cámara lenta arrebatadores, sin olvidarnos de una bonita banda sonora. Con todo, se convirtió en un punto de inflexión en la cinematografía asiática y una obra maestra de la pólvora y sangre impecablemente controlada dentro de la acción made in Hong Kong. El John Woo definitivo.