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TOP 10 Miklós Jancsó


MIKLÓS JANCSÓ (Vác, Pest, Hungría, 1921 − Budapest, Hungría, 2014)​
Maestro del cine-movimiento y el plano-secuencia. Cronista de la historia de Hungría del siglo XIX y XX



«La contradicción se basa en el movimiento, el movimiento de ideas, el movimiento de las masas»

Miklós Jancsó


1. LOS DESESPERADOS
(Szegénylegények, 1966)

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2. LOS ROJOS Y LOS BLANCOS
(Csillagosok, katonák, 1967)


3. CANTATA
(Oldás és kötés, 1963)


4. SILENCIO Y GRITO
(Csend és kiáltás, 1967)


5. ELEKTRA, MY LOVE
(Szerelmem, Elektra, 1974)


6. MI CAMINO A CASA
(Így jöttem, 1965)


7. SALMO ROJO
(Még kér a nép, 1972)


8. RAPSODIA HÚNGARA
(Magyar rapszódia, 1979)


9. AGNUS DEI
(Égi bárány, 1971)


10. LA CONFRONTACIÓN
(Fényes szelek, 1969)


Mención extra: LA LINTERNA DEL SEÑOR EN BUDAPEST
(Nekem lámpást adott kezembe az Úr Pesten, 1992)


 

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PASIÓN


En Passion

Suecia, 1969. 100 min. C

Director: INGMAR BERGMAN. Guión: Ingmar Bergman. Fotografía: Sven Nykvist. Intérpretes: Max von Sydow, Liv Ullmann, Bibi Andersson, Erland Josephson, Britta Brunius, Sigge Fürst, Erik Hell, Hjördis Petterson, Malin Ek, Brita Öberg.


 «Sólo puede conocerse una vida: la propia»

August Strindberg


El escultor Andreas Winkelman (Max von Sydow), un hombre atormentado que acaba de separarse de su mujer por incompatibilidad de caracteres, se retira a vivir solo a una pequeña y remota isla del mar Báltico (Fårö), tratando de olvidar su pasado. Andreas, sin apenas contacto con nadie, sólo se relaciona con el ermitaño e inocente –y finalmente gran sacrificado– Johan (Erik Hell). Ello no le impedirá conocer a Anna Fromm (Liv Ullmann), una joven y hermosa viuda cuyo hijo y esposo (que también se llamaba Andreas) fallecieron en un trágico accidente automovilístico. Ambos, unidos por el dolor de la pérdida, el sentimiento de culpa y el desequilibrio emocional, inician una relación sentimental fingida y abocada al fracaso. Andreas, igualmente, conoce a una pareja de intelectuales cuyo matrimonio está en proceso de desintegración: el brillante y cínico arquitecto Elis Vergérus (Erland Josephson) y su insatisfecha mujer, la artista Eva (Bibi Andersson), con quien tendrá un fugaz affaire carnal. Mientras tanto, un maníaco anónimo recorre la isla realizando actos de crueldad animal, levantándose el velo de la sospecha y la ira en la comunidad, ansiosa por capturar al criminal.



Bergman, que recibió una educación luterana y severa, al principio tuvo la religión como refugio o consuelo (Fresas Salvajes, El Manantial de la Doncella). Después le entró la duda, ya que Dios permanecía callado ante su sufrimiento (la Trilogía del Silencio: Como en un Espejo, El Silencio Los Comulgantes). Declarado ateo desde Los Comulgantes (1983) –según confesión propia su película más importante porque con ella resolvería definitivamente su conflicto de fe–, el sueco inició tres años más tarde, con Personauna etapa marcada por las relaciones humanas y el convencimiento de que la ausencia de Dios (entendido como un Dios paternal), si bien no impide a la persona poder vivir, sí que le trae males (un mal que el director define como virulento, horrible, inexplicable, irracional, ajeno a él). A la problemática metafísico-religiosa existencial anterior le sigue ahora una problemática humano-existencial que se desarrollará en escenarios del mundo moderno.

Persona (1966), La Hora del Lobo (1968), La Vergüenza (1968) y Pasión (1969), cuyo nexo de unión son la isla, la pareja, la incomunicación, el hermetismo, el misterio y el haber sido rodadas a finales de los años sesenta, son las cuatro películas con las que Bergman descendió hasta lo más recóndito de su alma y su arte, obsesionado con explorar el rostro y la persona. Pasión, una de las películas más infravaloradas de cuantas realizó, es no obstante una obra personal, sugerente y fundamental en su filmografía. Primero, porque es uno de sus trabajos más autobiográficos y sinceros, además de radicales en cuanto a la forma. Segundo, porque la no-historia, aunque llena de emoción, es la más descarnada y pesimista en torno a la condición humana que rodó. Y tercero, porque todo en ella, elegíaca y extrañamente hermosa, nos lleva, inexorablemente, a un final de trayecto que anuncia una última transformación de la obra de Bergman hacia terrenos menos turbios y sombríos.



«Pasión» (del lat. Passĭo), por antonomasia la de Cristo, alude a un determinado estado afectivo de la conciencia y significa, «acción de padecer» –daño, dolor, enfermedad, pena–; algo que los personajes de Pasión, recluidos en sus respectivas celdillas emocionales, sufren. En Bergman, el ser humano vive angustiado y se encuentra dominado por las pasiones, que al brotar del inconsciente y no poder conciliarlas, le provocan frustración y le arrastran inevitablemente a la violencia, tanto interior (psíquica) como exterior (en el filme, la ejercida por el sádico que hiere gratuitamente a los animales, subtrama que llama la atención y no se resuelve, metáfora o preámbulo de las acciones de los personajes y sus violencias).

Psicodrama áspero, frío y de universo cerrado, hecho de silencios y estallidos de cólera. En Passion explora el alma y la autoestima de cuatro personas inseguras e inestables cuyas soledades se buscan, se atraen, pero finalmente se repelen, constatando su incapacidad para amar y ser amados; soledades que son tanto manifestaciones de la dificultad que hay para vivir en armonía, ya sea solos, junto a otro o en sociedad (Andreas, por ejemplo, fracasa en sus relaciones con Johan, Eva y Anna), como maneras de no afrontar de cara la realidad (el paradigma es Anna, gran defensora de la verdad, pero que persuadida de ser un ejemplo de rectitud y justicia, cuando su mundo no encaja, se refugia en mentiras, engañándose a si misma y a los demás, incluso reconstruyendo idealmente su anterior relación sentimental, cuando existían «actos de violencia física y psíquica provocados por horribles trastornos mentales»).



Pasión constituye un perfecto testimonio de cómo Ingmar Bergman, con el uso de pocos actores y decorados y a la manera del teatro de cámara de August Strindberg y su «lucha de cerebros» como generadora del conflicto, canaliza sus propias obsesiones personales y las lleva al cine. Además ofrece una visión válida y desesperanzada de uno de sus bloques temáticos: la complejidad de las relaciones humanas y, en concreto, las de pareja, cuyas heridas y cicatrices, ante la inacción de los implicados, se irán renovando cíclicamente, como sucede con Andreas y Anna, quienes reproducirán los mismos papeles que tenían asignados en su anterior pareja. «He aceptado humillaciones que hoy están dentro de mí», revela Andreas.

Mostrando cuánto de ilusión hay en su cine y confundiendo identidad y anonimato Bergman vuelve a romper el hechizo de la ficción, como en Persona y La Hora del Lobo, e inserta cuatro paréntesis en los que cada uno de los cuatro actores principales entrevistados por el mismo Bergman durante los descansos del rodaje dan su opinión acerca del personaje que interpretan. El sueco coloca a los actores/personajes como motor del relato, los filma en primeros planos y les concede gran improvisación, dejando que sean ellos quienes desnuden su alma y sus relaciones con el director las que reinventen y enriquezcan al personaje. En ese sentido, Max von Sydow llegó a manifestar que tenía la sensación de estar interpretando al propio Bergman, quien, por otra parte, realizó la película justo después de su ruptura sentimental con Liv Ullmann y, como Andreas Winkelman, se exilió a la isla de Fårö para tratar de hallar su lugar en el mundo. Un lugar que no encontró Andreas, que en un final que simboliza la aniquilación de la identidad humana, desorientado en medio de la carretera tras bajar del coche que conduce Anna, comprende que ya nada podrá reconstruir en un tierra hostil y de desolación.



El tono vanguardista del filme otorgado por la incorporación de entrevistas de estilo documental se refuerza gracias al empleo de otros subterfugios: la voz en off de un narrador (Sven Nykvist), el sueño en blanco y negro de Liv Ullmann (confeccionado con algunas escenas descartadas de La Vergüenza), la cámara subjetiva o el empleo del ruido exterior (mar, viento, motor de coche, ladridos). La «primera película de color real» de Bergman, carente además de acompañamiento musical (excepto cuando Eva pone en el tocadiscos la canción Siempre romántica), contó con la colaboración del habitual Sven Nykvist, cuya fotografía sobria e hiperrealista y de reminiscencias tenebristas capta perfectamente las fases lumínicas de Fårö y el sentimiento de aflicción de los personajes. Especial importancia tuvo el uso del Eastmancolor y las distintas intensidades y texturas del color (rojo, verde, azul, blanco, gris), elemento que adquiere dimensión de escritura psicológica.

Pasión, una rara avis en la obra de Bergman, en gran parte por las dosis de crueldad que contiene y lo arriesgado de su propuesta, no sólo es cine en carne viva y una radiografía escalofriante del alma humana, sino también la suma y cumbre del arte de Bergman hasta ese momento (actores, temática, medio natural cerrado). Asimismo, tiene el honor de incluir el discurso más demoledor acerca de la naturaleza humana y el desmoronamiento personal: el que pronuncia en primer plano, sin parpadear y envuelto en un aura de entrega íntima, el enfermo de «cáncer de alma» Andreas/Max von Sydow en una de las últimas conversaciones con Anna/Liv Ullmann, cuando habla sobre un viaje que debían hacer, sobre un muro que se interpone entre ellos, sobre su pérdida de fe en la humanidad y sobre el sentido del miedo, la humillación y la libertad.



Bergman, que incide en la paradójica idea de presentar el artificio como verdad, utiliza Pasión como arma arrojadiza o, como decía Luis Buñuel, como un instrumento de poesía directo al subconsciente del espectador, a lo más recóndito de su anestesiada consciencia. Porque Pasión también habla de la necesidad de lo real y el anhelo de conexión, algo que desgarra a los personajes, que necesitan pruebas para cambiar la mentira por la verdad y la carne por el pensamiento, pero que no pueden escapar de si mismos.


 «Quiero describir la actividad universal del mal, constituida por los métodos más minúsculos y secretos de propagación, como algo que tiene vida independiente, como un germen o lo que sea, en una vasta cadena de causa y efecto»

Ingmar Bergman


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TOP 40 Cine iraní


Me colgaré en las orejas dos pendientes
de cerezas rojas y gemelas
y me pegaré en las uñas pétalos de dalias

Nuevo Nacimiento. Forugh Farrokhzad


1. EL CIERVO (Gavaznha)
Masoud Kimiai, 1974


2. POMEGRANATE AND CANE (Nar-o-nay)
Saeed Ebrahimifar, 1989


3. LA CASA ES NEGRA (Khaneh siah ast)
Forugh Farrokhzad, 1962. Documental. Cortometraje


4. GHEISAR
Masoud Kimiai, 1969


5. A SIMPLE EVENT (Yek Etefagh sadeh)
Sohrab Shahid Saless, 1973


6. ¿DÓNDE ESTÁ LA CASA DE MI AMIGO? (Khane-ye Doust Kodjast)
Abbas Kiarostami, 1987


7. THE SPRING (TV) (Cheshme)
Arby Ovanessian, 1972


8. AJEDREZ DEL VIENTO (Shatranj-e baad)
Mohammad Reza Aslani, 1976


9. DASH AKOL
Masoud Kimiai, 1971


10. EL PERAL (Derakhte Golabi)
Dariush Mehrjui, 1998


11. LA VACA (Gaav)
Dariush Mehrjui, 1969


12. BALLAD OF TARA (Tcherike-ye Tara)
Bahram Beizai, 1979


13. A TRAVÉS DE LOS OLIVOS (Zire darakhatan zeyton)
Abbas Kiarostami, 1994. Docuficción


14. TIGHT SPOT (Tangsir)
Amir Naderi, 1973


15. AGUA, VIENTO, POLVO (Aab, baad, khaak)
Amir Naderi, 1989


16. EL SABOR DE LAS CEREZAS (Ta’m e guilass)
Abbas Kiarostami, 1997


17. TALL SHADOWS OF THE WIND (Sayehaye bolande bad)
Bahman Farmanara, 1979


18. EL ÁRBOL DE LA VIDA (Derakht-e-jan)
Farhad Mehranfar, 1998


19. EL SILENCIO (Sokout)
Mohsen Makhmalbaf, 1998


20. BASHU, EL PEQUEÑO EXTRANJERO (Bashu, gharibeye koochak)
Bahram Beizai, 1989


21. EL DESIERTO (Hamoun)
Dariush Mehrjui, 1990


22. MOTHER (Madar)
Ali Hatami, 1990


23. DEATH OF YAZDGERD (Marg Yazdgerd)
Bahram Beizai, 1982


24. EL COLOR DEL PARAÍSO (Rang-e Khoda)
Majid Majidi, 1999


25. «P» DE PELÍCANO (P mesle pelican)
Parviz Kimiavi, 1972. Cortometraje


26. WAITING (Entezar)
Amir Naderi, 1974. Mediometraje


27. EL CICLISTA (Bicycleran)
Mohsen Makhmalbaf, 1987


28. DESIDERIUM (Sooteh-Delan)
Ali Hatami, 1978


29. STILL LIFE (Tabiate bijan)
Sohrab Shahid Saless, 1974


30. THE GARDEN OF STONES (Baghé sangui)
Parviz Kimiavi, 1979


31. THE BLIND OWL (Boof-e koor)
Kiumars Derambakhsh, 1975. Mediometraje


32. LA NOCHE QUE LLOVIÓ (An shab ke barun amad)
Kamran Shirdel, 1967. Documental. Mediometraje


33. EL VIAJERO (Forushande)
Asghar Farhadi, 2016


34. NIÑOS DEL PARAÍSO (Bacheha-Ye aseman)
Majid Majidi, 1997


35. LADRILLO Y ESPEJO (Khesht va Ayeneh)
Ebrahim Golestan, 1964


36. WOMEN’S QUARTER (Qaleh)
Kamran Shirdel, 1966. Documental. Cortometraje


37. PRIMER PLANO (CLOSE-UP) (Nema-ye Nazdik)
Abbas Kiarostami, 1990. Docuficción


38. EL GLOBO BLANCO (Badkonak-e Sefid)
Jafar Panahi, 1995


39. HARMONICA (Saz Dahani)
Amir Naderi, 1974


40. LA ISLA DE HIERRO (Jazireh ahani)
Mohammad Rasoulof, 2005


Mención extra: FILMFARSI
Ehsan Khoshbakht, 2019. Documental


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HOMBRE ANFIBIO, EL


Chelovek-Amfibiya

URSS, 1962. 96 min. C

Dirección: VLADIMIR CHEBOTARYOV & GENNADI KAZANSKY. Guión: Akiba Golburt (Novela: Aleksandr Belyaev). Música: Andrei Petrov. Fotografía: Eduard Rozovsky. Intérpretes: Vladimir Korenev, Anastasiya Vertinskaya, Mikhail Kozakov, Anatoliy Smiranin, Yuri Medvedev, Nikolai Simonov, Vladlen Davydov, Nikolay Kuzmin, Georgi Tusuzov.


«Padre, ayer salvé a una muchacha. Ella se estaba ahogando. Había perdido el sentido. Es muy hermosa, aunque es demasiado triste. Quisiera verla riéndose»

Ichthyandr, El hombre anfibio


En un pueblo de costa de Buenos Aires, Argentina, los rumores sobre la existencia de un «diablo marino» aterrorizan a los buceadores de perlas locales, quienes lo acusan de hundir pesqueros y engullir personas. Chelovek-Amfibiya cuenta la historia de un brillante y solitario científico, el Dr. Salvador (Nikolai Simonov), que, para salvar la vida de su hijo adoptivo Ichtyandr (Vladimir Korenev), aquejado de una enfermedad incurable de sus pulmones, le implantó de pequeño unas branquias de tiburón que le permiten respirar bajo el mar. Este constructor de utopías bajo el mar que es Salvador, además de haber convertido a su hijo en el hombre anfibio de traje plateado, ansía crear una sociedad submarina completa habitada por seres mitad hombre, mitad pez, en la que no haya ricos ni pobres y todos vivan libres y felices. Ichtyandr es el primer ciudadano.

El joven y apuesto Ichtyandr vive tranquilamente y aburrido entre la casa-laboratorio de Salvador y las profundidades marinas, evitando a las personas y haciendo amistad con los delfines. La situación cambia cuando salva a una bella muchacha terrestre que está a punto de ahogarse, Guttiere Baltazar (Anastasiya Vertinskaya), y se enamora de ella a primera vista (El hombre anfibio también tiene derecho a enamorarse). Ichtyandr, en contra de la voluntad de su padre, saldrá a buscarla al mundo exterior que hasta ese momento le ha sido ajeno. Ambos inician una relación clandestina, pues la mujer, que trabaja como pescadora y está prometida con el adinerado empresario Pedro Zurita (Mikhail Kozakov), tiene que ocultar a la extraña criatura, a quien los lugareños pretenden dar caza. Sólo al finalizar la película sabremos si los dos elementos, tierra y agua, son compatibles, y si ese amor inocente, aparentemente imposible, tendrá éxito.



El Hombre Anfibio, dirigida por de los desconocidos Vladimir Chebotaryov y Gennadi Kazansky, está basada en la novela homónima de Aleksandr Belyaev, considerado el Julio Verne ruso, publicada en el año 1926. La novela supone una de las cimas de la literatura de ciencia ficción soviética y combina elementos de «La Isla del Doctor Moreau» de H. G. Wells (un científico que realiza experimentos biológicos entre animales) y los libros de contexto submarino de Julio Verne (especialmente «20.000 Leguas de Viaje Submarino»), planteando sus propios debates morales, algunos obviados en la película con el propósito de hacerla más liviana y accesible al público. No en vano, Chelovek-Amfibiya fue el filme más taquillero de la Unión Soviética en 1962, donde se estima que la vieron 62 millones de espectadores.

Si bien contiene el mensaje marxista de la república submarina sin desigualdades sociales y presenta al villano Zurita como un burgués capitalista y explotador, el filme se aleja, en general, de las imposiciones del realismo socialista, cuyo propósito era expandir la conciencia de clase y evitar obras meramente fantásticas. Y es que El Hombre Anfibio, una especie de precedente de la más conocida La Forma del Agua (2017), de Guillermo del Toro, es ante todo un cuento de amor tipo «Romeo y Julieta», entre un hombre pez y una mujer, que navega entre la ciencia ficción, la fantasía y las aventuras marinas. Sin embargo, también plantea cuestionamientos sobre hasta dónde llega la libertad de un científico para transformar a un hombre, y sobre la codicia, la crueldad y, en definitiva, el conflicto entre el bien y el mal (representados por el amor puro entre Ichtyandr y Guttiere y su antagonista el buscador de perlas Zurita).



El apartado en el que más destaca El Hombre Anfibio es el visual, especialmente la maravillosa fotografía del prolífico Eduard Rozovsky, que, de colores pastel, pulcra y nítida, transmite una agradable calidez, sobre todo en las secuencias diurnas y de exteriores. Las localizaciones, el entorno marítimo y los decorados son hermosos, igual que ver el nado y el buceo de los actores. Aunque la acción transcurre en Buenos Aires, las escenas de mar se rodaron en la bahía de Laspi, en la península de Crimea, y las escenas terrestres en Kastropol, también en Crimea, y en Bakú (Azerbaiyán). Las tomas submarinas, realizadas con unos efectos modestos, pero con buen criterio, se llevaron a cabo, en su mayor parte y dada su complejidad, en una pileta, encargándose de ellas el codirector Vladimir Chebotaryov, que ya había rodado en ese medio anteriormente. Por su parte, los decorados fueron ideados por V. Ulitko y T. Vasilkovskaya, entre los cuales sobresale el diseño de la mansión-fortaleza esculpida en roca del Dr. Salvador.

La innovadora y ecléctica banda sonora fue compuesta por Andrei Petrov y fluctúa entre los arreglos orquestrales y de sintetizador y la música jazz. Además, incluye distintas canciones, también de Petrov, como «Pescador», sobre versos de la poetisa Yulia Drunina, y «Marinero», con letra escrita por Solomon Fogelson, y hasta aparece a lo largo del metraje un extraño baile flamenco. En cuanto al elenco actoral, la muy joven y guapa pareja protagonista está sensacional, tanto Anastasia Vertinskaya, quien tenía sólo 17 años de edad en el momento del rodaje y que más tarde encarnaría importantes personajes (Ofelia en Hamlet, de Kozintsev, o Anna Karenina en Anna Karenina, de Zarkhi), como el crimeo Vladimir Korenev, quien contaba con 21 años y participó posteriormente en numerosos seriales televisivos. Salvador fue interpretado por el célebre Nikolai Simonov y Pedro Zurita por Mikhail Kozakov, un actor de larga carrera en el cine y el teatro.



El Hombre Anfibio, pese a su escaso calado intelectual, apariencia naíf e ingenuidad para los estándares del cine actual es una excéntrica rareza digna de verse y un inesperado y divertido entretenimiento de los años sesenta. Aún siendo un producto destinado igualmente a los niños, hay algo en ella cautivador, hipnótico, casi mágico, que te conduce a la abstracción y es suficiente para justificar un redescubrimiento de la riqueza de la ciencia ficción soviética de la época.


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TOP 55 Cine latinoamericano


1. EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Luis Buñuel (México, 1962)


2. DEUS E O DIABO NA TERRA DO SOL
Glauber Rocha (Brasil, 1964)


3. EL TOPO
Alejandro Jodorowsky (México, 1970)


4. A FALECIDA
León Hirszman (Brasil, 1965)


5. EL DEPENDIENTE
Leonardo Favio (Argentina, 1969)


6. EL LUGAR SIN LÍMITES
Arturo Ripstein (México, 1977)


7. SIMÓN DEL DESIERTO
Luis Buñuel (México, 1965). Mediometraje


8. LOS TALLOS AMARGOS
Fernando Ayala (Argentina, 1956)


9. LIMITE
Mario Peixoto (Brasil, 1931)


10. EL CHACAL DE NAHUELTORO
Miguel Littin (Chile, 1969)


11. YAWAR MALLKU (LA SANGRE DEL CÓNDOR)
Jorge Sanjinés (Bolivia, 1969)


12. LUCÍA
Humberto Solás (Cuba, 1968)


13. MACARIO
Roberto Gavaldón (México, 1960)


14. OS FUZIS
Ruy Guerra (Brasil, 1963)


15. NAZARÍN 
Luis Buñuel (México, 1959)


16. LA FRONTERA
Ricardo Larraín (Chile, 1991)


17. O PAGADOR DE PROMESSAS
Anselmo Duarte (Brasil, 1962)


18. LA MUERTE DE UN BURÓCRATA
Tomás Gutiérrez Alea (Cuba, 1966)


19. ROSAURA A LAS DIEZ
Mario Soffici (Argentina, 1958)


20. LOS PERROS HAMBRIENTOS
Luis Figueroa (Perú, 1977)


21. DOS MONJES
Juan Bustillo Oro (México, 1934)


22. EL CASTILLO DE LA PUREZA
Arturo Ripstein (México, 1972)


23. ARAYA
Margot Benacerraf (Venezuela, 1959). Documental


24. NO HAY TIERRA SIN DUEÑO
Sami Kafati (Honduras, 2003)


25. EL SILENCIO DE NETO
Luis Argueta (Guatemala, 1994)


26. LOS OLVIDADOS
Luis Buñuel (México, 1950)


27. JAPÓN
Carlos Reygadas (México, 2002)


28. LA MURALLA VERDE
Armando Robles Godoy (Perú, 1969)


29. LA OTRA
Roberto Gavaldón (México, 1946)


30. UN LUGAR EN EL MUNDO
Adolfo Aristarain (Argentina, 1992)


31. ESPERANDO LA CARROZA
Alejandro Doria (Argentina, 1985)


32. LUZ SILENCIOSA
Carlos Reygadas (México, 2007)


33. EN LA PALMA DE TU MANO
Roberto Gavaldón (México, 1951)


34. MEMÓRIAS DE UM ESTRANGULADOR DE LOIRAS
Júlio Bressane (Brasil, 1971)


35. EL ESQUELETO DE LA SEÑORA MORALES
Rogelio A. González (México, 1960)


36. REY
Niles Atallah (Chile, 2017)


37. EL ABRAZO DE LA SERPIENTE
Ciro Guerra (Colombia, 2015)


38. UKAMAU (ASÍ ES)
Jorge Sanjinés (Bolivia, 1966)


39. HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO
Carlos Enrique Taboada (México, 1968)


40. INVASIÓN
Hugo Santiago (Argentina, 1969)


41. WIÑAYPACHA
Óscar Catacora (Perú, 2017)


42. SI MUERO ANTES DE DESPERTAR (o EL VAMPIRO ACECHA)
Carlos Hugo Christensen (Argentina, 1952)


43. SANTA SANGRE
Alejandro Jodorowsky (México, 1989)


44. CAÍDOS DEL CIELO
Francisco J. Lombardi (Perú, 1990)


45. EL TUNCO MACLOVIO (o DEUDA DE MUERTE)
Alberto Mariscal (México, 1970)


46. LA FÓRMULA SECRETA
Rubén Gámez (México, 1965). Mediometraje


47. NAZARENO CRUZ Y EL LOBO
Leonardo Favio (Argentina, 1975)


48. ESTA NOITE ENCARNAREI NO TEU CADÁVER
José Mojica Marins (Brasil, 1967)


49. QUE VIVA MÉXICO!
Sergei M. Eisenstein & Grigori Aleksandrov (México, 1932)


50. TRES TRISTES TIGRES
Raoul Ruiz (Chile, 1968)


51. LA TIERRA Y LA SOMBRA
César Augusto Acevedo (Colombia, 2015)


52. ZAMA
Lucrecia Martel (Argentina, 2017)


53. CHUQUIAGO
Antonio Eguino (Bolivia, 1977)


54. MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO
Tomás Gutiérrez Alea (Cuba, 1968)


55. FUNERAL SINIESTRO
Jairo Pinilla (Colombia, 1977)


Mención extra: HAMACA PARAGUAYA
Paz Encina (Paraguay, 2006)


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TOP 25 Slasher


1. LA NOCHE DE HALLOWEEN (Halloween)
John Carpenter (EEUU, 1978)


2. MANIAC
William Lustig (EEUU, 1980)


3. VIERNES 13 (Friday the 13th)
Sean S. Cunningham (EEUU, 1980)


4. LA MATANZA DE TEXAS (The Texas Chainsaw Massacre)
Tobe Hooper (EEUU, 1974)


5. NAVIDADES NEGRAS (Black Christmas)
Bob Clark (CAN, 1974)


6. PESADILLAS DE UNA MENTE ENFERMA (Nightmare)
Romano Scavolini (EEUU, 1981)


7. PESADILLA EN ELM STREET (A Nightmare on Elm Street)
Wes Craven (EEUU, 1984)


8. AQUARIUS (Deliria)
Michele Soavi (ITA, 1987)


9. TRAMPA PARA TURISTAS (Tourist Trap)
 David Schmoeller (EEUU, 1979)


10. CUMPLEAÑOS MORTAL (Happy Birthday to Me)
J. Lee Thompson (CAN, 1981)


11. BAHÍA DE SANGRE (Reazione a Catena)
Mario Bava (ITA, 1971)


12. MIL GRITOS TIENE LA NOCHE
Juan Piquer Simón (ESP/EEUU/PRI/ITA, 1982)


13. ABSURD: TERROR SIN LÍMITE (Rosso Sangue)
Joe D’Amato (ITA, 1981)


14. EL ROSTRO DE LA MUERTE (Alice, Sweet Alice, aka Communion)
Alfred Sole (EEUU, 1976)


15. CORTINAS (Curtains)
Richard Ciupka (CAN, 1983)


16. SIETE MUJERES ATRAPADAS (The House on Sorority Row)
Mark Rosman (EEUU, 1983)


17. CAMPAMENTO SANGRIENTO (Sleepaway Camp)
Robert Hiltzik (EEUU, 1983)


18. SAN VALENTÍN SANGRIENTO (My Bloody Valentine)
George Mihalka (CAN, 1981)


19. EL ASESINO DE ROSEMARY (The Prowler)
Joseph Zito (EEUU, 1981)


20. ASESINO SANGRIENTO (Scream Bloody Murder)
Marc Rand (EEUU, 1973)


21. LA QUEMA (The Burning)
Tony Maylam (EEUU/CAN, 1981)


22. EL DÍA DE LOS INOCENTES (Slaughter High)
George Dugdale, Mark Ezra & Peter Mackenzie Litten (EEUU/GB, 1986)


23. INTRUSO EN LA NOCHE (Intruder)
Scott Spiegel (EEUU, 1989)


24. EL ASESINO DE LA ISLA (The Slayer)
J.S. Cardone (EEUU, 1982)


25. MADMAN
Joe Giannone (EEUU, 1981)


Mención extra: PSICOSIS (Psycho)
Alfred Hitchcock (EEUU, 1960)


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DEL ROSA… AL AMARILLO


Del Rosa… Al Amarillo

España, 1963. 88 min. B/N

Director: MANUEL SUMMERS. Guión: Manuel Summers. Música: Antonio Pérez Olea. Fotografía: Francisco Fraile. Intérpretes: Cristina Galbó, Pedro Díez del Corral, José Vicente Cerrudo, Lina Onesti, María Jesús Corchero, Valentín de Miguel, Pilar Gómez Ferrer, Antonio D. Olano.


Tu vida para mí
es solamente un tormento,
tu vida para mí
hizo nacer mi penar

Por qué te conocí
si causas mi sufrimiento,
por qué te conocí
si era feliz sin amar

¿Por qué te conocí? – Ricardo Gabi


El ecléctico e infravalorado Manuel Summers, discípulo de Berlanga y más conocido por la comedia satírica y por ser el padre del vocalista de Hombres G, decía que quería ser director de cine, no para crear «obras maestras», sino para hacer las películas que le gustaban y deseaba ver en los cines, pero que no encontraba. Algunos piensan que su mejor filme es Juguetes Rotos (1966), un bohemio y emotivo documental sobre el olvido, y otros que es Me hace falta un bigote (1986), con claras reminiscencias de Del Rosa… al Amarillo. No obstante, es esta última, su inclasificable ópera prima realizada en 1963, la que reúne unas condiciones que la hacen especial y la convierten en una auténtica rara avis del cine español. En primer lugar, por ser la película inaugural, y una de las más exitosas a pesar de su bajo presupuesto, del llamado Nuevo Cine Español. En segundo lugar, por lo original e insólito de su propuesta y estructura de guión. Y por último, por ser una de las más bellas, líricas y personales de nuestro cine.



Del Rosa… al Amarillo son dos historias independientes y consecutivas separadas por la experiencia de la vida y sólo conectadas por el nexo del amor, un amor puro y platónico, maravilloso y a la vez doloroso, que se desarrollan en dos etapas vitales: el final de la infancia y principio de la adolescencia, y la vejez, cuando también está permitido enamorarse de nuevo y con la misma ilusión e inocencia de un niño. La primera historia, el «rosa» –de casi una hora de duración y emparentada con la mirada de Truffaut y Vigo–, aborda el nacimiento del primer amor del imaginativo Guillermo (Pedro Díaz del Corral), de doce años de edad, con la bella Margarita (Cristina Galbó), de trece, quienes pertenecen a la misma pandilla de amigos de un barrio acomodado de Madrid y se enviarán cartas de amor durante la separación que les impone el verano. La segunda, «el amarillo» –mucho más breve y más afín a La Tía Tula, por ejemplo–, trata un amor prohibido y crepuscular, si bien no menos ingenuo que el anterior, entre Valentín (José Cerrudo) y Josefa (Lina Onesti), dos ancianos, de ochenta y cinco y sesenta y tres años, respectivamente, que malviven en un triste asilo de Toledo gestionado por monjas. También ellos se cruzan cartas de amor, y miradas de ternura en la capilla, el único lugar donde pueden estar cerca ya que viven separados en diferentes módulos.

El proyecto inicial de Del Rosa… al Amarillo era, sin embargo, contar tres historias: el primer amor, el amor en la mediana edad y el amor en las postrimerías de la vida. Al final, por cuestiones económicas y de tiempo, el realizador de la popular, en su momento, «trilogía de la cámara oculta» decidió reducirlo a dos, rodándose el episodio intermedio al año siguiente y convirtiéndose en la segunda película de Manuel Summers, titulada La Niña de Luto y protagonizada por María José Alfonso y Alfredo Landa y cuyo tema de fondo es la existencia y costumbre de llevar luto riguroso durante meses con todas las consecuencias que eso lleva consigo. No es casualidad, por lo tanto, que en el mencionado filme los papeles de los abuelos estén encarnados por los mismos actores que interpretaron el segundo segmento de Del Rosa… Al Amarillo, pero mientras el abuelo José Cerrudo da una breve actuación, la abuela Lina Onesti sólo aparece en una foto.



La mayor parte de la obra de Summers versa sobre el amor, especialmente el juvenil, y tiene mucho de autobiográfico. En este sentido, el episodio del «rosa» se rodó en su casa familiar, en su colegio (colegio Santiago) y en las calles de Madrid donde jugada de pequeño con sus amigos (calle Juan Bravo, Plaza de Salamanca). Por ello, el punto de vista, sobre todo el sentimental, es masculino y, curiosamente, siempre es el hombre quien fracasa y la mujer quien origina las rupturas: en el «rosa», Margarita es mayor que Guillermo y al final se echará un novio de más años; en el «amarillo», Josefina finalmente escoge la soledad y Valentín acabará cediendo en su propósito de escapar del asilo y vivir una nueva vida junto a ella. La historia del «amarillo» está más idealizada y tiene un tono más documental y lineal, es prácticamente muda y usa el recurso de la voz en off, tan común en la Nouvelle Vague. Además, está rodada en un mismo lugar, un asilo, principalmente en el patio, el comedor y la capilla.

El cuarteto protagonista, muy bien dirigido, sabe transmitir a la perfección las emociones y los sentimientos. Los actores más jóvenes, Pedro Díaz del Corral (inusitadamente talentoso para ser un niño) y Cristina Galbó, debutaron de forma brillante en el cine con esta película, si bien Cristina había aparecido previamente en El Hincha (1958). Mientras la actriz es recordada, sobre todo, por su participación, años más tarde, en dos hitos del fantaterror patrio como La Residencia y No Profanar en Sueño de los Muertos, Pedro Díez del Corral se convertiría en un actor de carácter, trabajando con algunos de los mejores directores del cine español. Por su parte, los actores veteranos, José Cerrudo y la italiana Lina Onesti (descubierta por Summers, casualmente, en un asilo madrileño), tenían gran experiencia en el mundo de la figuración y en papeles episódicos. Los cuatro recibieron un reconocimiento como actores revelación en el Festival de San Sebastián de 1963, donde, asimismo, Manolo Summers y la película obtuvieron sendas Conchas de plata.



Del Rosa… al Amarillo está contada desde la inocencia de sus protagonistas y desde la nostalgia del director y su memoria sentimental (las chapas y los juegos en la calle, el tebeo del Guerrero del antifaz, las frases generacionales). La película destaca por su frescura y osadía a la hora de retratar el amor y el desamor, haciéndolo con elegancia y gran realismo (todos nos podemos identificar con Guillermo y sus aventuras). Es un filme que nos recuerda las ganas que tenemos de hacernos mayores grandes cuando somos niños para poder amar y el deseo de poder ser jóvenes cuando somos viejos, precisamente para lo mismo, para poder experimentar la magia del amor. En cualquier caso, lo más bonito e interesante que nos enseña es que, aún siendo ancianos y con la muerte próxima, es posible tener la misma capacidad de amar y sentir que un adolescente, de hacerlo con la misma ilusión, ansiedad y afán de transgredir, y es que tanto Guillermo como Valentín reaccionan de forma muy similar ante lo que les pasa y experimentan las mismas sensaciones. Summers también inyecta dosis de humor blanco y de crítica social e institucional, siendo los profesores y las monjas dictatoriales e insensibles y las presiones sociales puritanas quienes dificultan el amor.

En el plano formal, Del Rosa… al Amarillo igualmente es deliciosa en su aparente sencillez y falta de pretensiones. La película, perfectamente narrada y atenta a los detalles, está provista de un guión inteligente y trabajado y tiene silencios y una gran capacidad de elipsis. A la vez, conjuga una fotografía en blanco y negro nítida y una escenografía mimada, representándose muy bien el cambio de la estaciones y el paso del tiempo. Todo ello queda redondeado con una partitura musical inolvidable de Antonio Pérez Olea, la cual incluye sonidos ordinarios de los años sesenta y, por supuesto, canciones populares y boleros, verdaderos leit motiv de la película: «Toda una vida», de Antonio Machín, «Mirando al mar», de Jorge Sepúlveda, «¿Por qué te conocí?», de Ricardo Gabi, «Margarita se llama mi amor», de Julio Salgado Alegre, «Yo soy aquel negrito», del anuncio del Cola Cao.



Del Rosa… al Amarillo es uno de los filmes, no sólo españoles sino también extranjeros, que mejor ha sabido retratar el enamoramiento, sus sensaciones y el posterior desengaño, haciéndolo –y eso es lo más genial– sin estridencias ni fatalismos y con una honestidad, simpatía e ironía excepcionales y sólo al alcance de un cineasta privilegiado, el cual que se sintió frustrado posteriormente. Más próxima a una obra de madurez que a una ópera prima y con un enorme éxito de crítica y taquilla, fue la punta de lanza del Nuevo Cine Español y considerada en su momento la gran esperanza del cine nacional. Con todo, Del Rosa… al Amarillo es una película cautivadora, a reivindicar y lamentablemente poco conocida, difícil de etiquetar y con sello de autor, que exige verse con alma de niño y que nos inunda el corazón de nostalgia y melancolía dejando una huella de manera indeleble.


 

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TOP 10 Florinda Bolkan


FLORINDA BOLKAN (Uruburetama, Ceará, Brasil, 1941)
Icónica actriz brasileña, enigmática y de sensualidad fascinante, que conquistó Italia



«Hace un siglo, las mujeres ni siquiera podían ser cantantes, hoy somos lesbianas»

Florinda Bolkan


1. HUELLAS DE PISADAS EN LA LUNA (Le Orme)
Luigi Bazzoni, 1975


2. INVESTIGACIÓN SOBRE UN CIUDADANO LIBRE DE TODA SOSPECHA (Indagine su un Cittadino al di Sopra di Ogni Sospetto)
Elio Petri, 1970


3. ANGUSTIA DE SILENCIO (Non si Sevizia un Paperino)
Lucio Fulci, 1972


4. UNA LAGARTIJA CON PIEL DE MUJER (Una Lucertola con la Pelle di Donna)
Lucio Fulci, 1971


5. ANÓNIMO VENECIANO (Anonimo Veneziano)
Enrico Maria Salerno, 1970


6. AMARGO DESPERTAR (Una Breve Vacanza)
Vittorio De Sica, 1973


7. EL ÚLTIMO VALLE (The Last Valley)
James Clavell, 1970


8. EL ÚLTIMO ADIÓS EN LONDRES (Cari Genitori)
Enrico Maria Salerno, 1973


9. CUANDO LA AMBICIÓN SE TIÑE DE ROJO (Un Detective)
Romolo Guerrieri, 1969


10. LA SÉPTIMA MUJER (La Settima Donna)
Franco Prosperi, 1978


Mención extra: LA CAÍDA DE LOS DIOSES (La Caduta degli Dei)
Luchino Visconti, 1969


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TOP 40 Samuráis y Chambara


La luna declinó
al expirar
el soldado herido

Katayama Toosi


1. SAMURAI REBELLION (Jôi-uchi: Hairyô tsuma shimatsu)
Masaki Kobayashi, 1967


2. LOS SIETE SAMURÁIS (Shichinin no Samurai)
Akira Kurosawa, 1954


3. RAN
Akira Kurosawa, 1985


4. HARAKIRI (Seppuku)
Masaki Kobayashi, 1962


5. TRONO DE SANGRE (Kumonosu-jô)
Akira Kurosawa, 1957


6. TIRANÍA (Goyokin)
Hideo Gosha, 1969


7. LA ESPADA DEL MAL (Dai-bosatsu tôge)
Kihachi Okamoto, 1966


8. KENSHIN, EL GUERRERO SAMURÁI: RECUERDOS (Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen)
Kazuhiro Furuhashi, 1999. Animación


9. THE THIRD SHADOW WARRIOR (Daisan no kagemusha)
Umetsugu Inoue, 1963


10. SAMURAI BANNERS (Fuurin Kazan)
Hiroshi Inagaki, 1969


11. YOJIMBO (EL MERCENARIO) (Yôjinbô)
Akira Kurosawa, 1961


12. SAMURAI ASSASSIN (Samurai)
Kihachi Okamoto, 1965


13. 47 RONIN (Chûshingura)
Hiroshi Inagaki, 1962


14. PANDEMONIUM (Shura)
Toshio Matsumoto, 1971


15. LA HISTORIA DE ZATOICHI (Zatôichi monogatari)
Kenji Misumi, 1962


16. TENCHU! (Hitokiri)
Hideo Gosha, 1969


17. EL OCASO DEL SAMURÁI (Tasogare seibei)
Yôji Yamada, 2002


18. UN RENCOR INOLVIDABLE (Chokon)
Daisuke Itô, 1926


19. LADY SNOWBLOOD (Shurayukihime)
Toshiya Fujita, 1973


20. BUSHIDO: EL CÓDIGO CRUEL DEL SAMURÁI (Bushidô zankoku monogatari)
Tadashi Imai, 1963


21. KAGEMUSHA: LA SOMBRA DEL GUERRERO (Kagemusha)
Akira Kurosawa, 1980


22. TRES SAMURÁIS FUERA DE LA LEY (Sanbiki no Samurai)
Hideo Gosha, 1964


23. HUMANIDAD Y GLOBOS DE PAPEL (Ninjo kami fusen)
Sadao Yamanaka, 1937


24. SASAKI KOJIRO
Hiroshi Inagaki, 1950


25. THE LAST SAMURAI (Okami yo rakujitsu o kire)
Kenji Misumi, 1974


26. THE THIRTEEN ASSASSINS (Jûsan-nin no shikaku)
Eiichi Kudo, 1963


27. KANG SAMURAI (THE SHOGUN’S SAMURAI) (Yagyû ichizoku no inbô)
Kinji Fukasaku, 1978


28. LA FORTALEZA ESCONDIDA (Kakushi Toride no San-Akunin)
Akira Kurosawa, 1958


29. SAMURÁI (Samurai I – Musashi Miyamoto)
Hiroshi Inagaki, 1954


30. OROCHI (SERPENT)
Buntaro Futagawa, 1925


31. ELEVEN SAMURAI (Ju-ichinin no Samurai)
Eiichi Kudo, 1966


32. LOS LEALES 47 RONIN (Genroku chushingura)
Kenji Mizoguchi, 1941


33. KILL! (Kiru)
Kihachi Okamoto, 1968


34. EL ASESINATO (Ansatsu)
Masahiro Shinoda, 1964


35. EL LOBO SOLITARIO Y SU CACHORRO: NIÑO Y MAESTRÍA EN ALQUILER (Kozure Ôkami: Kowokashi udekashi tsukamatsuru)
Kenji Misumi, 1972


36. SWORD OF THE BEAST (Kedamono no ken)
Hideo Gosha, 1965


37. DESTINY’S SON (Kiru)
Kenji Misumi, 1962


18. LA ESPADA DEL SAMURÁI (Mibu gishi den)
Yōjirō Takita, 2002


39. DUELO EN TAKADANOBABA (Chikemuri Takadanobaba)
Hiroshi Inagaki & Masahiro Makino, 1937. Mediometraje


40. LA PUERTA DEL INFIERNO (Jigokumon)
Teinosuke Kinugasa, 1953


Mención extra: JIRAIYA THE HERO (Goketsu Jiraiya)
Shôzô Makino, 1921. Cortometraje


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IKARIE XB-1


IKARIE XB-1

Checoslovaquia. 1963. 88 min. B/N

Dirección: JINDŘICH POLÁK. Guión: Jindřich Polák, Pavel Juráček. Música: Zdeněk Liška. Fotografía: Jan Kališ, Saša Rašilov. Intérpretes: Zdenek Stepánek, Frantisek Smolík, Dana Medrická, Irena Kacírková, Radovan Lukavský, Otto Lackovic, Miroslav Machácek, Jirí Vrstála, Rudolf Deyl.


 «Los años pasarán y a los niños se les enseñará que fuimos los primeros del universo en buscar vida en los planetas de Alpha Centauri»


Antes de Solaris (1972), de A. Tarkovsky, y de 2001: Una Odisea del Espacio (1968), de S. Kubrick, existe Ikarie XB-1, una de las películas, además de poco conocida, más importantes e influyentes de la ciencia ficción. Ganadora del Gran Premio (Asteroide de Oro) del Festival de Trieste de 1963 (ex-aequo con el cortometraje La Jetée, del francés Chris Marker), alabada por personalidades como Umberto Eco y pronto con estatus de pieza de culto, esta cinta dirigida por el entonces joven y prometedor Jindřich Polák en plena explosión de la Nueva Ola de cine checoslovaco es un perfecto paradigma de la ciencia ficción contemporánea y una pionera absoluta del género en su vertiente adulta, reflexiva y filosófica, más centrada en planteamientos humanistas y trascendentales y muy diferente a las películas que se hacían al otro lado del Telón de Acero y, especialmente, en Estados Unidos, donde poseían un tono más bien pueril y daban preponderancia a las aventuras y la acción, a menudo con inclusión de soterrados mensajes anticomunistas.



Ikarie XB-1 adapta libremente la novela corta «La nube de Magallanes» (1955), del escritor polaco Stanislaw Lem. Stanislaw Lem, cuyo nombre nos remite, inconscientemente, a Tarkovsky –quien más tarde adaptaría «Solaris»–, fue uno de los pocos autores de ciencia ficción tolerados dentro del Bloque del Este, que despreciaba los relatos fantásticos y futuristas, tan alejados de las reglas impuestas por el realismo socialista. La historia del filme se ubica en el año 2163 a bordo de la nave espacial Ikarie XB-1, la cual ha sido enviada a un misterioso «Planeta Blanco» que orbita alrededor de la constelación Alpha Centauri en busca de nuevas formas de vida. Si bien la nave viaja a una velocidad cercana a la de la luz y el trayecto dura unos veintiocho meses para los astronautas, debido a los efectos de la relatividad, cuando la misión llegue a su destino en la Tierra ya habrán pasado quince años. Durante el largo y tedioso viaje, la tripulación, formada por cuarenta científicos de todos los países y de diferentes razas, edades y costumbres, deberá aprender a colaborar y convivir en armonía, así como afrontar los distintos riesgos que se le presentan, entre ellos el encuentro con una nave espacial abandonada del siglo XX, la inestabilidad mental de uno de los pasajeros y la aparición de síntomas causados por una «estrella negra» que emite una radiación mortal.

Para el mercado estadounidense y occidental, Ikarie XB-1 fue editada y distribuida por la popular American International Pictures, estudio que, lamentablemente, como hacía de forma habitual, introdujo numerosos cambios que terminaron por desnaturalizar el filme de Polák y hacer de él algo diferente. Además de cambiar el título a Voyage to the End of the Universe y anglofonizar los créditos (por ejemplo, el director Jindřich Polák se convierte en Jack Pollack), la AIP cortó salvajemente doce minutos de metraje, modificó parte del guión y, lo más grave, creó un final estúpido que nada tenía que ver con el original, haciéndonos creer, con insertos de tomas aéreas de la zona sur de Manhattan y la Estatua de la Libertad en los últimos segundos, que el destino de la nave, por «sorpresa», no es el «Planeta Blanco», sino la misma Tierra, rebautizada como el «Planeta Verde». En la versión original vemos como, tras despejarse unas nubes, una civilización inteligente espera a la tripulación. Buena nota del final alternativo tomarían los guionistas de El Planeta de los Simios, realizada por Franklin J. Schaffner en 1968. Por fortuna, Ikarie XB-1, vista en escasas ocasiones tal y como fue concebida de inicio, fue maravillosamente restaurada en el año 2016 por la National Film Archive (NFA) del Hungarian Film Lab de Budapest, presentándose en el Festival de Cannes y otros certámenes.



En la versión checoslovaca, Ikarie XB-1 es un fascinante relato de luctuosa cadencia, asfixiante en su acto final, que radiografía a la perfección la microcomunidad que sea crea en la nave y hace una descripción minuciosa de sus habitantes y los pequeños rituales sociales que los caracterizan. Ikarie XB-1 es rara y resulta extraña si la comparamos con la ciencia ficción contemporánea que se hacía en Hollywood. La manera concebir el género, la intriga, el clima y el ritmo, son distintos. Lo importante no son los monstruos ni las invasiones extraterrestres, sino la exploración del espacio y la pretensión de ampliar la frontera del conocimiento y de lo conocido desde una doble perspectiva: hacia el pasado –la Tierra como algo «lejano» y sombrío– y hacia el futuro, pero un futuro que se vislumbra no extraordinario o en términos meramente fantásticos y sí con inquietud y de un modo realista (hay encuentros en un gimnasio, una fiesta donde se baila un twist). Punteada de momentos nihilistas (en la primera secuencia, un astronauta asegura que la Tierra nunca ha existido), la cinta reflexiona sobre el funcionamiento social, la soledad, las incertidumbres del porvenir, el sentido de la existencia y la inteligencia artificial, además de plantear paradojas espacio-temporales y otras cuestiones científicas. El detonante, en cualquier caso, es un mal del cosmos, algo que éste induce sobre los personajes, pero lo que les pasa a éstos no tiene que ver tanto con el exterior como con su interior.

El nombre de la nave, Ikarie, tiene su origen en Icaria, la pequeña isla del Mar Egeo que tomó su nombre de Ícaro, el hijo de Dédalo, y también conocida como la «isla roja» debido a su tradición revolucionaria y de resistencia frente al invasor. La película fue realizada en el marco de la Guerra Fría y es un homenaje del Partido Comunista de Checoslovaquia, que financió el proyecto con un presupuesto elevado, a uno de los primeros hitos soviéticos de la Era Espacial: en 1961, el cosmonauta Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en salir al espacio exterior. Pese a ello, el filme fue realizado con libertad creativa y, en general, es apolítico, lo que no obsta a que se muestren las maldades e inmoralidades del capitalismo, en concreto en una contundente y desoladora secuencia: cuando los astronautas encuentran una nave abandonada de 1987 llena de armas nucleares y con todos sus tripulantes, vestidos con smoking y rodeados de dinero, joyas, cigarros y botellas de alcohol, muertos. «Hemos descubierto el siglo XX», dice uno de ellos. En ese sentido, la búsqueda por la colonia humana de un nuevo planeta o de una nueva raza podría servir como alegoría de la búsqueda de un nuevo modelo social, sin ricos ni jerarquías (si es que la humanidad aún puede escapar a su terrible destino). Ikarie XB-1, con un reparto actoral coral, también potencia la idea de «grupo» por encima de lo individual o de la figura de un héroe.



En Checoslovaquia, a principios de los años sesenta, no disponían de referentes claros en materia de ciencia ficción. El guión, inspirado en la novela de Stanislaw Lem, contó con la pluma del reputado Pavel Juráček (Daisies, The End of August at the Hotel Ozone), que inteligente y próspero en ideas y temas abarcados logra apartar el relato de una hipotética gelidez intelectual, a lo que contribuye el impresionante diseño de producción y una narrativa visualmente fantasmagórica y hermosa, construida, paradójicamente, a partir de una parquedad expositiva asombrosa. Para el diseño del vestuario y de los decorados de la nave se contrató al pintor y escenógrafo Zdenek Seydl, y para el de las armas a Josef Istler, pintor clave del surrealismo checoslovaco. Aunque con una evidente personalidad propia, Ikarie XB-1 igualmente recoge aspectos de películas estadounidenses de ciencia ficción, especialmente de Planeta Prohibido (Fred M. Wilcox, 1956), del que adopta el enfoque adulto, el diseño del robot Robby y una innovadora banda sonora de apuntes electrónicos compuesta por Zdeněk Liška, colaborador habitual del cineasta de animación Jan Švankmajer. Por contra, anticipa elementos después vistos en la película de Stanley Kubrick 2001: Una Odisea del Espacio (1968), como son la importancia del lenguaje no narrativo (los descansos, por ejemplo), los pasillos hexagonales, los trajes espaciales y las videollamadas. Con todo, Ikarie XB-1 se erige como uno de los mejores y más fundamentales filmes de ciencia ficción del Bloque socialista y de la historia del cine.